
LA EDUCACIÓN EN TIEMPO DE CORONAVIRUS
Por Jean Pier Cortés, Ingeniero Mecánico y Profesional del Cuidado de la Fertilidad.
Un buen sacerdote amigo mío ha denominado este año como el año de la peste. Obviamente refiriéndose como peste a la plaga diabólica del coronavirus. También, este buen sacerdote, cuando da sus homilías nos alienta a que cuando pasemos por dificultades, pensemos en el siguiente mensaje: “Tengo un problema = tengo un tesoro”. Por este virus hemos experimentado graves problemas: no podemos ir a ver a Jesús, ni comulgar, ni recibir los sacramentos, demasiados han perdido la vida, muchos estamos en confinamiento, algunos han perdido el trabajo o estamos trabajando desde nuestro hogar; además, tenemos a nuestros hijos en casa hasta el término del año escolar. A pesar de todos estos problemas, podemos ver algunos tesoros detrás de esta peste: más familias rezan juntas, más familias pasan más tiempo juntas, y en nuestros hogares estamos conviviendo como hace mucho tiempo no lo hacíamos. Ahora, en este tiempo que hemos tenido de confinamiento, me imagino que, como todo seguidor de Cristo, te habrás cuestionado lo siguiente. ¿Cómo puedo educar a mis hijos? ¿Qué proyecto educativo tengo para ellos? ¿Cómo puedo ayudarles de manera más proactiva en sus tareas escolares? ¿Cómo puedo tener una mejor Comunicación Familiar?
¿Qué entendemos por educar? Educar es enseñar a amar, y como decía Aristóteles es enseñar virtudes a nuestros hijos. Por si no lo sabía educar requiere ciencia y arte. Muchos pensamos que educar es enseñar problemas de matemáticas o aprender sobre elementos químicos. Eso no es educar, eso es instruir. ¿Sabes cómo educar en virtudes, como la obediencia, orden, generosidad, etc.? Y sobre todo las que más nos apetecen como católicos: las virtudes teologales (fe, esperanza, y caridad). Pues te tengo una gran noticia: tenemos que aprender (ciencia) a cómo educar a nuestros hijos (arte). La educación es función primordial de los padres. Nuestro mejor negocio son nuestros hijos. En las escuelas van a aprender o a ser instruidos en la inteligencia, pero no en lo trascendental, en las virtudes. Esta peste del coronavirus de seguro que nos ha puesto a pensar en lo que realmente debe de ser lo fundamental para nosotros y nuestros hijos: Dios. ¿Cómo le enseñas la Fe a tu hijo adolescente? ¿Como puedes hacer que se pueda rezar el rosario o ayudar al prójimo sin que ninguno de tus hijos te haga una pataleta o reniegue porque no lo quiere hacer? ¿Cómo puedes educar a tu hijo para que ayude en los deberes de la casa, o sea ordenado, etc.? Pues te tengo una posible manera de aprender de esta ciencia y arte. Mi esposa y yo hemos empezado una maestría en Educación Familiar (la cual la recomendamos muchísimo). Esta maestría está dada por el Instituto Europeo de Estudios de la Educación. Este instituto tiene una sede en Houston y puedes buscar más información en español en: www.familyeducationinstitute.com. Además, este instituto desarrolla Escuelas de familias en donde allí podrás aprender: a educar en preventiva, educar con motivaciones adecuadas, educar en positivo con planes de acción concretos y sobre todo con cara a Dios. ¡Aprovecha este tesoro!
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