
¿ESTAMOS TODOS TRAUMATIZADOS?
Por Lizbeth H. de Ayala, Ps.
No es necesario ser un soldado de guerra, ni visitar un campo de refugiados para encontrar el trauma. Los traumas nos suceden a nosotros, a los amigos, familiares, vecinos. Según estudios del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, uno de cada 5 ciudadanos sufrió abusos sexuales de niño; uno de cada 4 fue físicamente descuidado, abandonado emocionalmente, o maltratado por uno de sus progenitores dejándole marca en el cuerpo; y una de cada 3 parejas recurren a la violencia física. Uno de cada 4 de nosotros creció con familiares alcohólicos y uno de cada 8 ha sido testigo de cómo le pegaban a su madre. El trauma es una realidad en nuestras vidas, algo mucho más frecuente y común de lo que puede parecer.
¿QUE ES UN TRAUMA?
Su raíz etimológica proviene del griego, significa “herida”. Es una “herida psicológica, o herida en el alma”. Su origen suele ser una experiencia emocional difícilmente asimilable, para la que la mente no está preparada en ese momento. Puede ser provocada por situaciones extraordinarias, inquietantes, perturbadoras, que van más allá de las experiencias usuales, como: desastres naturales, guerras, secuestros, accidentes, abusos, “graves amenazas a la vida o a la integridad física, amenazas o daños a los hijos, cónyuge, familiares, amigos; destrucción súbita del hogar, de la comunidad; presenciar la muerte o heridas graves de otra persona como resultado de un accidente o de un acto de violencia física” (Cfr. DSM-5). También puede abarcar experiencias aparentemente de menor trascendencia: una operación, una caída, un castigo, enfermedades graves, desprotección, humillaciones, cambio de roles en la familia, migración a otra ciudad o país, que pueden ser experimentadas de forma traumática.
SÍNTOMAS DE UN TRAUMA. Hay dos tipos de síntomas que se toman en cuenta a la hora de diferenciar un trauma psicológico:
1. Síntomas emocionales:
– Estado de shock
– Incredulidad
– Irritabilidad
– Negación
– Ira
– Sentimiento de culpa y vergüenza
– Confusión
– Ansiedad
– Aislamiento
2. Síntomas físicos:
– Dolor de cabeza
– Mareos frecuentes
– Insomnio
– Pesadillas
– Mantenerse en estado de alerta
– Nerviosismo
– Fatiga
CONSECUENCIAS DE UN TRAUMA – EL TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT):
Es una reacción que altera la mente ante un evento altamente estresante, físicamente amenazante, y presenta síntomas durante un período prolongado de tiempo. Algunos de los síntomas que persisten son: ansiedad, flashbacks, hipervigilancia, depresión, fobias, ataques de pánico, y trastornos de personalidad. Las personas que experimentan Trastorno de Estrés PosTraumático pueden seguir sintiendo temor, inseguridad o ansiedad, aun cuando no se encuentren ante una situación peligrosa.
Las experiencias traumáticas dejan huella en nuestra mente y emociones, en nuestra capacidad de disfrutar y de mantener relaciones íntimas, e incluso en nuestra biología y Sistema Inmunológico.
Afecta mucho a los que les rodean. Soldados que regresan a casa pueden asustar a sus familiares con sus ataques de rabia o de ausencia emocional. Las esposas de hombres con (TEPT), suelen sufrir depresión, y los hijos de madres deprimidas corren el riesgo de crecer con inseguridad y ansiedad. Haber estado expuesto a la violencia en la infancia suele dificultar el establecimiento de relaciones estables y de confianza en la edad adulta.
El trauma es insoportable e intolerable. Personas que han sufrido abusos sexuales de niños, sufren demasiado con lo que han vivido y tratan de sacarlo de la cabeza, o sepultarlo en las profundidades de la inconsciencia, y actúan como si nada hubiese sucedido, para seguir adelante. A nuestro cerebro no se le da muy bien la negación; mucho después de la experiencia traumática, puede reactivarse ante cualquier situación parecida, desencadenante del recuerdo, o atisbo de peligro y se movilizan los circuitos cerebrales alterados produciendo enormes cantidades de estrés. Volviendo a las emociones desagradables, las sensaciones físicas intensas, y las acciones impulsivas, agresivas. Estas reacciones postraumáticas son incomprensibles y abrumadoras. Sentirse fuera de control, hace que la persona sobreviviente del trauma tema estar dañada profundamente y sin posibilidad de sanación. Sin embargo, un trauma no es una condena de por vida. De hecho, no es tanto la dimensión del evento lo que determina el daño; los efectos dependende cada persona, de su historia y de su entorno afectivo, del momento evolutivo en que se haya producido y de la repetición en el tiempo. Gracias a las características de personalidad individuales, debidas a lo heredado genéticamente, los padres, como imágenes de identificación y la historia personal de cada uno, NO todas las personas se afectan de la misma manera. De dos individuos ante la misma experiencia, uno puede quedar con su alma herida y el otro no pasarle más que un gran susto.
¿SE CURA UN TRAUMA, O HERIDA DEL ALMA?
Si es posible, con trabajo, buena voluntad, y de la mano de Jesús el Gran Sanador. Un trauma no resuelto es una de las razones más comunes por la que las personas buscan ayuda. La psicoterapia, trabajando las tres áreas de la vida: espiritual, emocional y física logra llegar al foco del trauma, y dar a la persona las herramientas necesarias para superar su padecimiento de la forma más saludable posible, y a organizar los sentimientos que quedaron descolocados en la mente por causa del trauma. Las terapias más utilizadas y reconocidas por su eficacia en el tratamiento de traumas son: lacognitivo-conductual, (TIC), Técnicas de Integración Cerebral, (EDMR) terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, y la hipnoterapia.
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