¿QUÍMICA O ALQUIMIA?

Por Ing. Jesús R. Velázquez González.

En estos tiempos de cuarentena por el Covid 19 han aumentado los conflictos familiares o matrimoniales, de acuerdo con las estadísticas o noticias que a diario publican. Pero será ¿QUÍMICA O ALQUIMIA? 

«Le preguntaron al Maestro cuál era la diferencia entre la química y la alquimia en las relaciones de pareja y contestó con estas hermosas y sabias palabras:

– Las personas que buscan “Química” son científicos del amor, es decir, están acostumbrados a la acción y a la reacción.

-Las personas que encuentran la “Alquimia” son artistas del amor, crean constantemente nuevas formas de amar.»

Más adelante les comparto la metáfora completa, si eres de las/los que piensa que tu pareja es aburrida, le falta chispa o simplemente han permitido que la brecha de la falta de comunicación invada sus vidas, considero que vale la pena que leas con mucha atención el siguiente mensaje.

Te lo comparto desde mi experiencia de 24 años de matrimonio, pensar que todo estaba perdido en mi relación y verificar otras opciones, decidí de manera consciente, dejar de ser un racionalista o cientificista, es decir, pensar en buscar química y elegí sacar al mago “el espíritu de la esencia” que todos tenemos, aplicar la alquimia, que es la verdadera esencia de la consciencia pura.

Me gustaría dejar claro que cada persona, busca lo que le corresponde de acuerdo a su proceso, esta es mi verdad y que a través de los años he ido comprobando que es el caso de muchos, la que he verificado mediante testimonios de matrimonios transformados, cada uno de ustedes es libre de salir a vivir y verificar por cabeza propia, al igual que es un paso que muchos matrimonios han decido realizar.

Ya he verificado que es posible lograr después de muchos años de relación, revisar los acuerdos, cerrar las brechas y entre los dos reactivar una química consciente, que alimente al cuerpo y al alma, aunque le cueste tanto a nuestra pobre ignorancia, incredulidad, o simplemente falta de madurez, les aseguro que es posible.

A los seres humanos por naturaleza nos atrae, lo nuevo, la adrenalina, «la química». Ser alquimistas del amor – magos del amor nos exige estar conscientes de que el amor no es lo que sucede mientras estamos desnudos en una cama, eso nos haría sensacionalistas, dejarnos llevar por la sensación de un vano placer, en cambio; el amor es lo que sucede a cada momento con esa persona que has elegido con la ropa puesta y todo, a través de la alquimia del amor es posible transformar las dificultades en oportunidades, las distancias en abrazos, las lágrimas en sonrisas.

La química es pasajera, egoísta, no permite la observación, ni el cambio, se torna empalagosa, agresiva y dominante, es evasiva, no asume, no toma decisiones, mucha bulla y pocos resultados, cuando las cosas no salen como esperaba de inmediato sale corriendo a buscar dónde encontrar más química porque no tiene compromiso, les ha pasado que alguien dice amarlos profundamente y en un abrir y cerrar de ojos ya está «enamorado (a) de otra persona, como si el amor fuera pasajero, es porque no era amor, era ENAMORA-MIENTO, sólo química, instinto.

En cambio, la alquimia hace magia en tu ser y en el de tu pareja, desde el interior de ambos los transforma los hace mejores seres humanos, conscientes, pacíficos, despiertos, comprometidos, con gran capacidad de disfrutar cada oportunidad y aprovechar todo momento para crecer y evolucionar juntos, la alquimia en el amor nos hace el amor a cada momento y para eso ni siquiera hay que desnudar al cuerpo, porque mantenemos desnuda el alma, ese es el amor de verdad.

Se necesita estar muy despierto, para no caer en la trampa, de la emoción del ego a través de los sentidos, es un trabajo diario, debemos estar alertas al comienzo, después todo fluye en paz, porque el amor llena todo lo que parecía vacío.

Poder entender lo que Jesús nos dice en Juan 6, 27: Trabajen, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre les dará, porque a Él es a quien el Padre, Dios, ha marcado con Su sello.

Por tanto, a lo que le llamamos química, es lo que nos da un placer en el momento, hay muchos que caemos en este error, de creer, que el amor se reduce al aquí y al ahora, si ya no “me siento bien” me separo, golpeo, maltrato, soy infiel, soy distante, indiferente, y con esta crisis en la que estamos pasando de cuarentena, más se refleja lo que ya no estaba funcionando, todo sale a flote; más sin embargo, si buscamos trabajar por los bienes trascendentes ó sea, el Amor de verdad, del que nos habla 1 Cor. 13, 3-11. La verdadera esencia quien verdaderamente ama, da la vida, protege, cuida, ayuda, es tolerante, es paciente, es un caballero, es una dama que lo da todo por su pareja, se quita el pan de la boca para compartirlo con su prójimo, y el más próximo siempre es precisamente la pareja, los hijos, los familiares, los amigos, los vecinos.

No sé quién fue el autor de la siguiente metáfora, pero continuaba algo así…

– Los químicos aman por necesidad; los alquimistas por elección.

– La química muere con el tiempo; la alquimia nace a través del tiempo.

– La química ama el envase; la alquimia disfruta del contenido.

– La química sucede; la alquimia se construye.

– Todos buscan química; solo algunos encuentran la alquimia.

– La química atrae y distrae a machistas y feministas; la alquimia integra el principio masculino y femenino, por eso se transforma en una relación de individuos libres y con alas propias y no en una atracción que está sujeta a los caprichos del ego. En conclusión, dijo el Maestro mirando a sus alumnos: La alquimia reúne lo que la química separa. La alquimia es el matrimonio real, la química el divorcio que vemos todos los días en la mayoría de las parejas.

Comencemos a construir relaciones conscientes, pues la química siempre nos hará envejecer el cuerpo, mientras la alquimia siempre nos acariciara desde adentro. Que todas nuestras relaciones sanen de la mano de Dios para auxiliarnos en nuestras relaciones interpersonales y que en estos tiempos de ‘cuarentena’, si han incrementado los problemas, seamos realistas y objetivos, estos problemas ya existían, el matrimonio no estaba funcionando por meses inclusive por años, con este quédate en casa, simplemente a estar más tiempo “conviviendo” han salido a la superficie, si es tu caso, pide ayuda a un consejero o terapeuta familiar, acércate a algún grupo dedicado a la sanación de familia, a caminar en pareja agarrados de la mano de Dios, en algún ministerio interesados a ayudar a las familias, que sin familia la sociedad se derrumba, este es el momento para sanar lo que ya olía a podrido, lo que estaba mal, animo si se puede transformar en el mejor vino nuestra experiencia matrimonial y familiar.